Menorca, tradición y vanguardia en un paraje natural

Érase una vez un islote que, desde tiempos remotos, era conocido por ser el lugar de paso de diferentes culturas y costumbres que hoy se siguen respetando. Érase una vez un preciado paraíso rodeado de aguas cristalinas, un rincón de la geografía española de menos de cien mil habitantes digno de admiración. Érase una vez Menorca y sus memorables maravillas.

Menorca

¡Conozcámosla!

Menorca es, de todos los destinos turísticos españoles, uno de los preferidos por cualquier viajero que se precie. Y es que si hay algo de especial en ella es que no le falta de nada. Una vegetación de lo más colorida, unas temperaturas más que envidiables, unos espacios cuya belleza no tiene precedentes, una arquitectura de lo más variada y unas sendas poco o nada conocidas convierten a la isla en esa cita obligatoria que todos merecemos.

El conjunto de pueblos que se hallan en Menorca y sus singulares características permiten pasar de la tradición a la vanguardia en cuestión de minutos. ¿Te apetece? Hagamos entonces un pequeño recorrido por algunas de sus villas:

#Ciutadella

Ciutadella, a la que se conoce como “joya de piedra”, aún conserva el aire señoral propio del feudalismo. Su tradicionalismo medieval invita a sentarse en cualquiera de sus terracitas y contemplar la belleza de sus adoquinadas calles.

#Es Castell

Menorca es además un reflejo del pasado difícil de olvidar con el pueblo Es Castell. De claras influencias inglesas, este emblemático municipio merece ser visitado. Está lleno de vida durante todo el año.

Es Castell

#Fornells

Fornells es ese refugio de pescadores a las orillas de una preciosa bahía en la que se te antojará la famosa caldereta de langosta, ¡que además no tiene desperdicio!

#Es Mercadal

Y en Es Mercadal es donde el vanguardismo cobra protagonismo. Aquí podrás degustar la sabrosura de unos platos en los que costumbre y modernidad convergen, donde la exquisitez de sus manjares pronto despertará tu apetito, donde las delicias llamarán a tu paladar.

Así es Menorca: apetecible, apasionante, emblemática. Bonita donde las haya, con unos valores naturales excepcionales y con un sinfín de espacios que destacan por su especial encanto.

Una pausa tan placentera como necesaria y sorprendente en la rutina diaria podemos hacerla nada más llegar a Menorca. Ese encuentro ineludible que tanto hemos soñado con el pasado ya no es un imposible.

¡Y un secreto! en esta web encontrarás el lugar que necesitas para tu descanso.