Alquilar un coche y recorrer la Isla de Menorca, la segunda en extensión de las Islas Baleares. Vegetación que se atropella hacia el mar mediterráneo, donde uno puede disfrutar de sus aguas turquesas. Y sentarse a comer caldereta de langosta en uno de sus pueblos más famosos, Fornells. ¡Cómo apetece!

Natural, mediterránea, cultural, reserva de la Biosfera y absolutamente imprescindible. Así se la conoce, incluso antes de haberla conocido. Si dispones de pocos días para disfrutar de esta preciosa isla el alquiler de coches en Menorca es la opción que te permitirá recorrer los espectaculares parajes naturales y arqueológicos que encierra Menorca.

La isla es pequeña, poco más de 50 km hay entre los dos puntos más lejanos, pero todo el perímetro de su costa merece la pena ser visitado y disfrutado en profundidad. Por esto, aparte de un coche de alquiler, un buen mapa de las pocas carreteras que hay te será de gran utilidad para llegar a sus increíbles playas vírgenes y trazar mejor los kilómetros a recorrer cada día.

Si quereis estirar un poco las piernas, en medio de vuestro roadtrip, algunos de sus rincones más destacados os están esperando. Puerto Mahón, el puerto natural más grande de Europa, con sus 5 kilómetros que se recorren entre terrazas, palmeras y tiendas de artesanía.

Y la Ciudadela, que guarda aún su apariencia medieval, entre lugares de suelo adoquinado, tiendas de artesanía y espectaculares casas señoriales.

Tampoco te puedes dejar de visitar en el centro de la isla el Monte Toro, punto más elevado de Menorca, desde el que se obtienen unas vistas espectaculares de la costa. Así como el Faro de Punta Nati, que rodeado por un paisaje marino y con imponentes acantilados es uno de los mejores lugares para ver la puesta de sol.