Otoño en Ordesa, Bujaruelo y Broto.

Después de leer como los propietarios de los Apartamentos Casa Juaneta nos han descrito la naturaleza que rodea su alojamiento rural en el Pirineo Aragonés, hemos cogido el calendario para marcar nuestra próxima escapada.

«La naturaleza siempre se renueva. Al comienzo de cada otoño, cuando las hojas se tornan de colores: ocres, marrones, amarillos, tostados, rojos, vedes, etc. Un autentico gozo para la vista, digno de ver y ser contemplado, me digo que no quiero tomar más fotos, que mis fotos de la temporada anterior son suficientes. ¿Por pué voy a tomar más de las que ya he tomado?. Sigue leyendo

Ordesa y Monte Perdido, un Parque Nacional espectacular y de fácil acceso.

Este impresionante paraje natural en el pirineo aragonés, exactamente en la comarca del Sobrarbe en la provincia de Huesca, es uno de los Parques Nacionales más antiguos de España, Ordesa y Monte Perdido fue declarado como tal en 1918 aunque en 1982 se amplió la extensión del Parque. Actualmente ocupa más de quince mil hectáreas y la altitud máxima la encontramos en Monte Perdido a 3.355 metros sobre el nivel del mar.

Ordesa y Monte Perdido

Está formado por un macizo central montañoso del que salen cuatro impresionantes valles glaciares y crestas montañosas, en sus entrañas podemos encontrar puntos emblemáticos para la alta montaña, los más exigentes montañeros tienen el reto de seguir los pasos de los primeros en pisar estas cumbres. Sin embargo queremos destacar las rutas más accesibles para cualquier tipo de senderista. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido cuenta con una red de senderos muy bien señalizados para todo tipo de niveles. La más popular es la subida a la Cascada Cola de Caballo.

Excursión a Cola de Caballo.

La mejor época para realizar la ruta es la primavera o el otoño, estaciones en las que el clima todavía nos permite disfrutar de actividades al aire libre y la aglomeración de visitantes es mucho menor, el verano es la época con más visitantes y no permiten llegar con el coche a la Pradera de Ordesa, lugar donde empieza la ruta, en verano hay que utilizar un servicio de autobús para llegar al punto de partida.

Para los entusiastas de los paisajes y la naturaleza es un lugar privilegiado, con infinidad de atractivos. El recorrido se realiza por una senda ancha muy bien señalizada, segura y accesible para personas de cualquier edad y condición física. Los puntos más interesantes son Las Cascadas de la Cueva y El Estrecho, las Gradas de Soaso, a tan sólo dos horas de camino ya suponen un atractivo más que suficiente para el visitante, ya llegando al final de la ruta, podemos disfrutar del espectacular Circo de Cotatuero en pleno corazón del valle glaciar y por último de la Cascada Cola de Caballo, que recibe este nombre por su peculiar forma.

Fauna y Flora.

El Parque cuenta con una abundante diversidad de vegetación, diferentes microclimas hacen que más de 1400 especies se encuentren en los valles, desde vegetación mediterránea hasta flora de alta montaña.

Ordesa y Monte Perdido es también el hogar de multitud de animales que nos acompañaran en nuestra visita al Parque, el más representativo es el Rebeco, recuperado con unos 2.000 ejemplares en la actualidad, el ciervo que poco a poco va recuperando su sitio en el pirineo, lugar que nunca debió abandonar. Además de la presencia de pequeños mamíferos como nutrias, zorros, ginetas, marmotas, gatos monteses, lirones, tejones, ardillas, ratones de campo, hurones, topos y musarañas.

Para alojarnos podemos buscar un hotel o casa rural en Huesca, las poblaciones más cercanas son Torla, Broto, Bielsa, Puértolas y Fanlo. Lugares acostumbrados a recibir 600.000 visitantes anuales, con un nivel de servicios de calidad complementarios importante, buenos restaurantes donde comer, spas donde relajarnos, hoteles y alojamientos rurales con todos los detalles.

En definitiva un destino vacacional completo donde disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad.

Cómo disfrutar de un viaje para esquiar.

Si algo bueno nos trae el invierno es la oportunidad de viajar a la montaña poder disfrutar de un deporte en completa armonía con la naturaleza. Con las pistas de esquí de todo el país funcionando a pleno rendimiento, seguro que estás pensando en escaparte a jugar un poco con la nieve.

Incluso si no es la primera vez que vas a esquiar, siempre conviene recordar unas recomendaciones básicas que nos ayudarán a disfrutar del esquí y tener un buen recuerdo de nuestra escapada a la montaña.

Lo primero es ser conscientes de la exigencia física que supone el esquí, y planear nuestra actividad en función de nuestra capacidad y forma física. Un buen calentamiento y una planificación adaptada a nuestras posibilidades nos van a ayudar a evitar posibles lesiones musculares y óseas, que pueden terminar en una experiencia bastante desagradable.

Siempre es conveniente valorar la posibilidad de contar con un monitor experto que nos ayude a aprender los movimientos básicos, principalmente el más importante, el modo de frenar. Aprender por tu cuenta es un riesgo poco recomendable, ya que a parte de las caídas que puedas sufrir sin necesidad, hay que tener en cuenta el riesgo y la incomodidad que supone para los demás esquiadores.

Tan importante como conocer las técnicas básicas, es contar con un equipamiento de esquí seguro y en buen estado, protegernos bien del frío y usar gafas de sol, protección solar para al cara y labios.

Debido al gran desgaste físico que requiere el esquí, es muy importante contar con una buena alimentación basada en azúcares e hidratos de carbono, estar bien hidratados y a ser posible tomar alguna bebida caliente antes de comenzar la actividad.

Por último, contar con un lugar óptimo para el descanso después de una jordana agotadora. Existen infinidad de alojamientos de montaña, casas rurales, apartamentos y hoteles equipados con todas las comodidades. Tener un lugar cálido donde darnos una buena ducha y disfrutar de nuestras horas de descanso es la mejor manera de disfrutar de nuestra afición con tranquilidad.